LA NARRATIVA DESDE LOS 70 HASTA NUESTROS DÍAS
En los
años 70, continúa escribiéndose novela experimental como la de la década
anterior. Novela, recordemos, de estructura en secuencias, con ruptura temporal
y punto de vista múltiple; con monólogo interior; de lenguaje culto y sintaxis
compleja. Pero a partir del 75 la narrativa española presenta una gran variedad
de tendencias, un pluralismo estético parejo a la creciente libertad política.
La novela se va alejando progresivamente del experimentalismo, sin olvidarse de
él, así lo acreditan títulos como La saga
fuga de J.B de Torrente Ballester, mezclando "lo mágico, lo real, lo
mítico..."
La novela
emblemática de esta época es La verdad
sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza, que sigue en la línea de la
experimentación (mezcla de puntos de vista múltiples y géneros narrativos) y la
recuperación de la intriga y del relato tradicional. La tendencia que van a
seguir los escritores a partir del 75 será la del relato tradicional, un relato
que les lleva a una mayor comunicación con los lectores. Surgen así diferentes
géneros: Novela negra, novela policíaca, novela histórica, de aventuras, etc.
La
novela en esta época se caracteriza por una serie de rasgos: Vuelta a la
narratividad, que en otros momentos había sido sacrificada al experimentalismo,
un enfoque intimista caracterizado por la presencia del autor en las páginas de
la novela, interiorizando la realidad exterior; la presencia de elementos
líricos, la influencia de los medios de comunicación, y el uso de la frase
corta más fácil de leer. Los autores y obras más destacados de esta década son:
Plenilunio y El invierno en Lisboa de Antonio Muñoz Molina, el relato policíaco
de Manuel Vázquez Montalbán, Miguel Delibes, Juan Benet y Juan Goytisolo, entre
otros.
En las
dos últimas décadas del siglo, además de la vuelta al interés por la historia
contada, son características la enorme proliferación de títulos, el incremento
del número de escritoras, la vinculación entre la labor literaria y la periodística
y el gusto creciente por el relato corto.
Los
autores de esta última parte del siglo XX en parte siguen los planteamientos de
sus inmediatos antecesores.
- - Cultivan
un realismo que no se pliega ni a la tradición decimonónica ni a la de los años
50.
- -
No
están sujetos a unas técnicas concretas ni a una orientación única. Admiten una
amplia gama de planteamientos y combinaciones. El intimismo sigue siendo
fundamental. pero con un subjetivismo relativista en el que predomina el
escepticismo y la falta de compromiso ideológico.
- -
La
posguerra no les afecta directamente, pero sí el fin del franquismo, la
instauración de la democracia o los ecos del Mayo Francés del 68.
- - Tendencia
a la orientación existencial en la novela.
- -
Abunda
la novela de evocación con una pluralidad de formas narrativas.
- -
Corriente
de la novela desmitificadora (novela policíaca, novela histórica), que tiende
al tratamiento paródico de los hechos narrados, El misterio de la cripta
embrujada de Eduardo Mendoza.
- -
La
metanovela en autores como Enrique Vila-Matas.
- -
Entre
los autores y obras de esta última parte del siglo XX destacamos: José María
Merino: Camino de perdición, Juan José Millás, Javier Marías; Luis
Mateo Diez: La fuente de la edad, Muñoz Molina: Beatus
ille....
Narrativa
última
Los
nombres más jóvenes no han traído una ruptura estética que permite abrir un
tramo distinto en la historia de la literatura; ni tampoco ha existido una
respuesta firme contra los autores a quienes reconocen como maestros en plena
madurez. Entre ellos José Ángel Mañas, Alberto Méndez con Los girasoles ciegos, Arturo Pérez Reverte con El asedio, o los microrrelatos de Luis Mateo Diez, por citar solo algunos ejemplos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario